Inaugura viernes 28 a las 18.30 hs.
Texto de Luis Felipe Noé / Si Paul Valery decía que las obras del espíritu sólo existen en acto, Armando Sapia en el acto de dibujar deja dos claros testimonios: su fe en ese mismo acto de dejarse llevar por la línea, y, simultáneamente su gran escepticismo por el mundo que lo rodea, pero en el cual se siente incluido. La huella de ese acto es una imagen que nos conmueve, en la cual convive la más
terrible visión de este mundo con una ironía y un sentido del humor que , a pesar de todo, nos hace sonreír y pensar que aun se puede seguir viviendo en él, ya que por suerte allí residen personas como Armando Sapia.
En un tiempo en el cual nos bombardean y nos invaden con imágenes desde los diarios, la televisión, los afiches, el cine y, ahora, desde Internet, pareciera , paradójicamente, cada vez
más difícil elaborar desde el yo una imagen del mundo. Ya en los años sesenta Kart Schewedhelm señalaba sintéticamente: muchas imágenes – ninguna imagen. Por suerte artistas singulares como Armando Sapia nos brindan, sin embargo, su imago mundi. Su espejo, cargado de subjetividad, despierta en nosotros una conciencia de objetividad. Este milagro de sublimar lo terrible sólo pueden hacerlo grandes artistas como él.