Matienzo 3136
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Tel 4554-9217
Mar-Mie 16-19 hs Vie 18-20hs o cita previa
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Eugenia Luases Mariana Nougués
Del 12 de Septiembre al 17 de Octubre de 2014 - Inaugura: 19hs - Entrada: libre y gratuita
Nora Arrechea, María Emilia Marroquín, Silvia Dick Naya
"Siempre, ante la imagen, estamos ante el tiempo" Un tiempo de alteración, de perturbación, que no tiene nada de simple ni de puro.
George Didi-Huberman
ALTERACIONES EN EL TIEMPO
Eugenia Luases
¿Por qué buscar la totalidad en las obras de Eugenia Luases? ¿Por qué no pensar que cada una de las partes resuena constantemente en las otras? Ninguna puede funcionar sola y esa ausencia total, paradójicamente, nos trae el resultado soberano de su obra. El cuerpo aludido, por Eugenia, es fragmentario, pero, a la vez una prueba de nuestra existencia. Como dice Karen Cordero: “… un receptáculo de la realidad subjetiva,…” Nos define como individuos, nos da identidad pero también nos une como especie, como colectividad.
En las obras de Eugenia se perciben ambas facetas de lo corporal. Nos enfrentamos a múltiples versiones de nuestra propia anatomía en sustituciones que expresan diversas intuiciones. Anatomías reales y metáforas poéticas de evocación vegetal y animal.
“La obra como mensaje estético, es ambigua, incierta”, nos dice la artista y sus metamorfosis de enigmas biológicos son prueba de ello.
Nora Arrechea
ALTERACIONES EN EL TIEMPO
Mariana Nougués
El tiempo se imprime sobre la obra de Mariana Nougués, oxida y gasta las superficies de los materiales en las “esculturas-objeto”, de una manera obstinada. Mariana persiste en la búsqueda de esos elementos que, como ella dice: “… tienen una historia para contar, tienen una música guardada en su interior...que yo la escucho ", esos relatos perduran y conviven en la obra de la artista.
Las yuxtaposiciones de elementos nos revelan figuras que intuimos conocer, sin embargo el montaje de estos restos diseminados produce una síntesis misteriosa y extraña.
El conjunto de pequeñas cajitas con imágenes desleídas, casi veladas, supieron ser material en otra vida y se han convertido en una especie de “objeto de culto” dentro de esas cajas; están allí, como pequeños exvotos de un pasado personal y privado que actualiza algunas experiencias que la artista quiere compartir. Son vestigios dejados para que nuestra mirada convoque esos recuerdos y los haga presentes.
Nora Arrechea