Juan Vallejo nos interpela: “¿Por qué no habría de existir en la concepción humana, un espectro similar al visible en los colores, al audible, al olfato y los demás sentidos? Así un concepto podría hacerse similar a un ultrasonido y ser captado por aquellos que desarrollan una capacidad para eso. La filosofía es una búsqueda de Ultraconceptos.”
En los años 70 Juan Vallejo inicia en su Tucumán natal una indagación filosófica y espiritual adentrándose en los cerros de Colalao. La técnica del pixelado propia del período Cumbres da paso a la serie Geometría Simbólica donde su trabajo se vuelve más abstracto y expresivo. Vallejo se anima a jugar con texturas, matices y materiales, conjugando su lado artesanal con la esencia de un pensamiento trascendental.
A través de un espíritu inquisitivo y creativo, Juan Vallejo explora conceptos metafísicos como la relación espacio-tiempo y la percepción subjetiva del color. La geometría cobra su máxima expresión en los Ultraconceptos, término utilizado por Juan para referirse a “aquella idea que elude ser expresada en palabras”. A lo largo de su obra se ve reflejada no sólo la lógica numérica que inspiró a Pitágoras, sino también los pares contradictorios de Aristóteles y la Teoría del Color de Goethe, reforzando la naturaleza dialéctica de su pensamiento. Mediante un majestuoso uso del color y la incorporación de signos y símbolos meticulosamente colocados en los espacios más recónditos de su obra, el artista nos invita a deconstruir la realidad y cambiar nuestro posicionamiento frente al mundo.
Artista inquieto e inconformista, Juan Vallejo convirtió su obra en un gran proyecto de investigación espiritual que cautiva y establece una conexión íntima con el espectador. Juan Vallejo dota a su obra de un lenguaje propio, lírico y mágico que invita a una profunda reflexión.
Lic. Carolina Pampliega, curadora