Matienzo 3136
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Tel 4554-9217
Mar-Mie 16-19 hs Vie 18-20hs o cita previa
www.casamatienzo.com/ [email protected]
Del 21 de Octubre al 25 de Noviembre de 2016 - Inaugura: 19.30hs - Entrada: libre y gratuita
Por Nora Arrechea
La nueva presentación de Cristina Tomsig “Naranja y Blanco”, que cierra el año de exhibiciones en Casa Matienzo, tiene un aire festivo y primaveral y algo del Pop. Poder de evocación anclado en una vitalidad siempre nueva. Un estilo propio en el cual el diseño, los materiales del mundo industrial y la otrora geometría minimalista se trasmutan en formas sensuales que florecen en gajos de color y transparencias.
El naranja y el blanco son los colores protagonistas en esta ocasión; esta restricción cromática potencia las formas, que con sus combinaciones, producen distintos matices. Como si fueran veladuras, las esculturas van apareciendo y la luz juega un papel fundamental donde nada queda oculto.
Erguidas y equilibradas, sus obras parecen escapadas de ese futuro que ya es pasado y habitan el espacio de un modo sutil casi etéreo, las superposiciones y las transparencias permiten visualizar el entramado de la forma final.
Cristina trabaja con placas de acrílicos intensos de color o absolutamente cristalinos, de sección circular, que orbitan sobre ejes o se abren queriendo escapar de ellos. Logra curvaturas que dulcifican el material o “estructuras” donde las placas juegan en distintos planos con encastre perfecto. Trabaja de manera minuciosa, establece medidas y pesos, calibra espacios, diseña prototipos y construye maquetas. Sus esculturas impactan por la perfección de su manufactura.
Una “flor” desplegada y anclada en metal se enreda de piso a techo, se instala con su verticalidad como anfitriona de la exhibición y abre el paso al sector donde la artista logra una variedad de obras individuales desafiando la monocromía del blanco sobre blanco. En otra de las salas, la luz naranja tiñe cuadros y espectadores por igual y los sumerge en esa atmósfera de color artificial creando una nueva obra efímera que existe en ese espacio temporal y de la que todos forman parte, esta relación entre espacio-obra refiere directamente al concepto de Instalación que permite al participante estar consciente del entorno de las obras e inmerso en él.
La artista controla los materiales, su rigurosidad en la construcción y sus perfectas terminaciones dan a sus esculturas una solidez y un acabado impecable pero a pesar de esta presencia tan contundente hay algo de fantasmal en ese juego que se produce entre esos objetos y la luz, un contraste hipnótico, una seducción que sorprende.
Bienvenidos a esta exposición que tiene ecos de una ambientación del futuro del siglo pasado pero que resuena con el dinamismo del presente del siglo XXI en el barrio de Colegiales.
SÁBADO 12 DE NOVIEMBRE
CLASE ABIERTA DE ESCULTURA en el marco de la exposición coordinada por CRISTINA TOMSIG.
Actividad arancelada/ sólo con inscripción previa: [email protected]