Texto de Sara Facio / Todas las fotos de Liliana Parra son tomas directas. Una vez hechas las copias en papel comienza a intervenirlas manualmente. Utiliza lápices, tintas, gofrado y también procesos digitales hasta llegar al resultado final. Es un trabajo muy elaborado e íntimo que va modificando hasta llegar al efecto que le satisface. Ella lo define como observaciones interiores o exteriores . Las interiores son las reflexiones a partir de las lecturas filosóficas de Baruch Spinoza (serie Hacia adentro) o los cuentos de Raymond Carver (La mirada) . Spinoza que reivindicaba el derecho a la rebelión cuando las libertades públicas eran avasalladas o Carver que sostenía que es bueno que en las obras haya un aire de amenaza.
Esas reflexiones se extienden hacia la sociedad a que está integrada y la sostienen en su resistencia a la injusticia y su deseo de protección a los más débiles.
Incluimos en esta muestra, casi una primera retrospectiva de Liliana Parra, su obra de 1996, Homenaje a Frida, inspirada en la sufrida y admirable pintora mexicana.
Lo nuevo que incorpora Liliana Parra es su total compromiso con las situaciones de conflicto actuales y la simbología imaginada contando con la complicidad de una técnica manual o digital.
No se trata de modas, picardías o disfraces para impactar. Es una elaboración muy meditada, ejecutada con lentitud y precisión.