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El Ardid del tiempo. Paradigmas del arte textil contemporáneo.

Muestra colectiva

Del 22 de Julio al 08 de Octubre de 2016 - Inaugura: 20.30hs 

 
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Salas 1, 2, 3 y 4 Idea y Producción general: Museo de Bellas Artes de Salta / Curaduría: Andrea Elías / Asistencia curatorial: Eugenia Garay Basualdo

Lic. Andrea Elías
Directora del Museo de Bellas Artes de Salta

El Ardid del Tiempo, sobre el Paradigma textil contemporáneo presenta un ensamble de
obras que interrogan el lugar del textil en el arte contemporáneo. A través de diversos
núcleos expositivos la muestra manifiesta tanto la persistencia de la tradición en una
diversidad de abordajes, como así también la apertura del arte textil a diversos medios,
soportes y técnicas.
 
La exposición incluye obras de artistas que son un referente en la renovación del arte
textil en Argentina a partir de la década del 60 hasta la actualidad y asociaciones de
tejedores que recuperan la tradición textil a la vez que renuevan los motivos, como es el
caso del grupo Huarmi Sachamanta (mujeres del monte) mujeres de Santiago de Estero,
jóvenes y adultas, que hacen renacer los tejidos en el ámbito cotidiano de sus casas, de
sus familias, restableciendo en sus comunidades el valor del trabajo artesanal, y los
textiles de la Asociación San Pedro Nolasco de Molinos creada en 1981 en los valles
calchaquíes, Salta. Asimismo la muestra incluye obras de Colecciones de Museos del
país, Fundaciones y coleccionistas privados: Colección del MBAS, del MACRO (Rosario),
del Museo Antroplógico de Salta, Fundación Salta, Colección Tedesco, Colección Flia.
García Bes, entre otros.
 
Antecedentes
En la década de 1960 se produjo en Argentina una renovación del arte textil que trajo
aparejada nuevas propuestas formales, y en muchos casos, la incorporación de
materiales no tradicionales. A nivel internacional la creación del CITAM, Centro
Internacional de la Tapicería Antigua y Moderna, funcionó como un lugar de innovación e
impulsó a partir de 1963 la realización de la Bienal de Lausanne (Suiza), que contribuyó a
dar visibilidad e impulso al tapiz moderno. Antes, Jean Lurçat -presidente del CITAM en
los sesenta- había marcado un camino con sus innovaciones en el arte textil a partir de
las primeras décadas de siglo XX.

En 1945 había presidido la Asociación de Pintores
Cartoneros de la Tapicería (APCT), institución que fue punto de partida para grandes
exposiciones en las que el tapiz se incorporó en el circuito de los grandes museos. Un
antecedente importante en los años treinta fue el trabajo de la artista Anni Albers quien
estudió en el taller de la Bauhaus la estructura de los tejidos andinos, y que continuó años
más tarde inspirada en sus reiterados viajes a México y Latinoamérica, junto a su esposo
Josef Albers. Adolfo Luis Ribera escribe en el prólogo del catálogo del Primer Salón
Municipal de Tapices que Buenos Aires vio por primera vez un conjunto valioso de piezas
contemporáneas en 1951. Francia había enviado para la ocasión paños tejidos de los
talleres tradicionales de Aubusson y la Manufactura Nacional de Gobelinos, con tapices
de Lurçat, Gromaire, Dufy, Braque, Matisse, Miró, Picasso y Roualt.

Unos años después, en la Argentina, Gracia Cutuli y Jacques Mergherian crearon en 1964 el taller El Sol, que
tenía como objetivo promover el arte textil en estrecha relación con artistas y artesanos.
Más tarde abrieron la galería El Sol por la que pasaron reconocidos artistas
contemporáneos y más tarde se realizaron además importantes muestras como la de
Galería Atica y la del Museo de Arte Decorativo en la que expusieron artistas como Berni,
Butler, wall, Robirosa, entre tantos otros. Muchos de ellos como Martorell, García Bes y
Cutuli, hicieron converger en su obra la tradición del textil andino y la del textil europeo
ligado a las vanguardias históricas del siglo XX, inaugurando una línea de trabajo que
puede rastrearse hasta la actualidad. Como expresa César Paternosto, el paradigma
textil, es decir, la matriz geométrica ortogonal inherente a la estructura del tejido opera
como una construcción para conceptualizar el espacio, dándole forma, división, dirección
y unidad, y también como una semántica visual. Este paradigma es el que se pone en
crisis con las obras contemporáneas incluidas en esta exposición, que se presenta como
una oportunidad de contemplar los recursos de los que se valen los artistas en su
creación, es decir, el ardid que despliegan en la conceptualización de lo textil.

TEXTO DEL ARTISTA

 

El arte textil revisitado
Por Gracia Cutuli
Artista plástica-Miembro de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes

 

 

Recibo con admiración la idea de la Lic. Andrea Elías de dedicar, en el Museo de Bellas Artes de Salta, la exposición El ardid del tiempo al arte textil bajo una diferente mirada. Me parece indispensable que transforme el eco de la revaloración del arte textil como medio expresivo que ha hecho eclosión alrededor del mundo para iluminar los relevantes movimientos que existieron (y existen) en nuestro país. Y mucho más en la medida en que nuestras culturas precolombinas fueron ricos exponentes de este arte, Arte Mayor en el mundo andino. Celebro que en nuestro país se presente al arte textil en su carácter de arte independiente, aún en nuestra época donde reina “el extravío de los límites”, como señalaba López Anaya (1).

Diversas exposiciones de los últimos años confirman lo que tantas veces he citado: Gaston Migeon (1929: 40) asevera que “en los complejos fenómenos de penetración artística, los tejidos, de naturaleza portátil, han sido agentes de transmisión de signos. Su influencia sobre las civilizaciones ha sido continua por la capacidad de comunicación de su propio lenguaje”. (2).

Valgan como ejemplo aquellas que pude visitar en París en 2013, analizadas en mis artículos en la revista Tramemos de 2014 (3): “Decorum”, Tapices y Alfombras de Artistas (Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París), “Elogio del paisaje siglos XVI – XXI” (Galería de la Manufactura Nacional de Gobelinos) y “Miniartextilcomo” 2013 (Como, Italia).

Ese mismo año se agregaron en Alemania Arte y Textil. “La tela como material y concepto en el Arte Moderno desde Klimt hasta el Presente” (Museo de Arte de Wolfsburg) y “Para Abrir los Ojos: Arte & Textil desde la Bauhaus hasta hoy “(Galería de Arte de Bielefeld).

 

Finalmente, en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, se mostraba hasta 2014 “El Mundo Entretejido: El comercio Textil Internacional, 1500-1800”, una de las mayores exhibiciones explorando cómo el textil ejerció durante centurias un fuerte impacto de globalización cultural. Lo que valida especialmente las palabras de Gastón Migeon que cité más arriba.

 

Desde 2014 a 2015, otra exposición llamada “Artapestry 3/ Angers- Ida y vuelta” hizo dialogar una selección de 25 artistas de Artapestry 3 frente a obras de arte textil de la colección del Museo Jean Lurçat y del tapiz contemporáneo de Angers (Francia), entre ellas las de Abakanowicz, Buic, Calder, Daquin, Galland, Gleb, Hugues, Klee, Lurçat, Prassinos, Vasarely y la de quien suscribe. La idea fue señalar los grandes movimientos del arte textil contemporáneo enriquecidos por una visión de la historia del tapiz.

 

Me centraré en el resurgimiento del arte textil en nuestro país en la década del 60. Me sorprendió el azar y no puedo ignorarlo. Ordenando mi biblioteca, se deslizó un sobre con registros periodísticos del año 1966. Todos los diarios de Buenos Aires se hacían eco del fallecimiento de Jean Lurçat, del cual este año se conmemoran 50 años. También estaban incluidos otro tipo de noticias, como el impulso que el gobierno de España otorgaba a los Talleres de la Real Casa de Tapices o la inquietud del gobierno de Irak por revalorizar la manufactura de tapices. Me conmovió, nadie haría estos comentarios en los tiempos actuales. Sin olvidar la revista Claudia, que dedicaba al artículo “Nuestro tapiz” de Marcia Valente siete páginas profusamente ilustradas (4). Volví a recordar lo que significaba el arte del tapiz en los años 60 tanto en el mundo como en nuestro país.

La notoria difusión entre el público, en la prensa y en la crítica de arte refleja el nivel de la efervescencia creativa que se vivía en la década del 60.

 

¿Quién fue Jean Lurçat? Me permito un pequeño homenaje a los 50 años de su partida. Un mérito relevante fue renovar el interés por el tapiz en Francia, para llegar al gran público. Pintor-cartonero (creador de diseños para tapices) su mayor contribución, además de su obra gigantesca, fue fundar, junto al suizo Pierre Pauli, el Centro internacional del Tapiz Antiguo y Moderno. Juntos generaron, en 1963, la Bienal Internacional del Tapiz en Lausanne, que hasta 1995 fue una de las citas mundiales del arte textil.

 

En nuestro país existe amplio material publicado sobre la riqueza del arte textil argentino: el libro más breve, de 1969, fue de mi autoría, invitada por el Centro Editor de América Latina: El Tapiz (5). Le siguió el importante libro de 1986, de Rosa Faccaro, con prólogo de Rafael Squirru, “ARTE TEXTIL ARGENTINO HOY”.  Faccaro da un amplio panorama sobre los antecedentes del arte textil en nuestro país y luego presenta a los artistas que hicieron de este medio su expresión. Señalo un párrafo de Faccaro: “Al retomar cada artista las raíces identificatorias de su propia cultura y expresarla a través de articulaciones significativas de materia, forma y espacio, se gesta sin duda uno de los lenguajes más relevantes de este fin de siglo”. (6)

En 2015  Ruth Corcuera ofrece la invalorable contribución de su capítulo “ARTE TEXTIL ’60 al 2000”, en HISTORIA GENERAL DEL ARTE EN LA ARGENTINA. El párrafo elegido es: “Una de las características del arte textil argentino es que el patrimonio tradicional no fue rechazado nunca, sino que fue incorporado y actualizado. Un fenómeno cultural similar sucede con las tradiciones étnicas que aporta la inmigración”. (7)

 

Excedería mi espacio repetir los nombres de todos los que aportaron a lo que se llamó en Argentina, en la década del 60, “el boom del arte textil”. Las autoras citadas anteriormente señalan a los más prestigiosos artistas, Faccaro hasta 1986, Corcuera hasta 2000.

 

Durante mi permanencia en Francia como becaria para diferentes estudios, entre ellos una estadía en la Manufactura Nacional de Gobelinos en París, en 1961 fui invitada como miembro fundador del Centro de estudios y de información del tapiz en París. Al mismo tiempo se organizaba la Fundación del Centro de Artistas Cartoneros de Francia, organizado por la Galería La Demeure. "Cartón" es el diseño de la obra que será realizada en telar por un maestro tejedor.

Es notorio que Francia siempre difunde y defiende su cultura, es por esto que, cuando no había internet, sus noticias nos llegaban con más facilidad. Pero ya desde fines del siglo XIX se había producido un resurgimiento del arte textil alrededor del mundo, entre ellos el relevante trabajo de William Morris en Inglaterra.

Al mismo tiempo, en nuestro país se valorizaba el interés en el textil como arte. A fines de los 50 en Estados Unidos se celebraron las alfombras de Lucrecia Moyano como tapices en los muros. Ocurría lo mismo en Buenos Aires con las de Alicia Silman y con las de quien suscribe. Joan Wall, quien comenzó tejiendo telas en telar a mano, realizó su primer tapiz en 1961 y formó artistas de gran valor que brillarían desde la década siguiente. Entre tantos, cito apenas a Luis Negrotti, Carola Segura y Silvia Sieburguer.

Nelly Perazzo señaló al respecto: “llama la atención la sincronicidad del desarrollo del boom textil argentino” (2004) (8)

 

Me limitaré a transmitir, como participante de ese renacer del arte textil, bajo cierto matiz anecdótico, algunos de los acontecimientos que enriquecieron la experiencia creativa textil.

A mi regreso de Francia continué diseñando alfombras para la empresa de Jack Mergherian, quien se interesó sobre la posibilidad de hacer tejer tapices en Buenos Aires cuando relaté mis experiencias en París. Entretanto, Claudio Segovia había reunido una importante colección de tejidos de Santiago del Estero, Catamarca y Salta, durante su periplo por parajes donde se mantenía viva la rica tradición del tejido en el país.  Estas piezas fueron expuestas en diciembre de 1963 junto con obras creadas por Claudio Segovia y por quien suscribe, invitados por el director del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Hugo Parpagnoli. Esta misma muestra se exhibió luego, en 1964, en la Pan American Union, Washington DC, por invitación de Rafael Squirru.

En 1963 se formó el Taller del Río de La Plata, dirigido por Antonio Berni, cuyos tapices se expusieron en Punta del Este en 1966.

Mara Kurchan expuso desde 1963 hasta 1970 sus obras textiles en Buenos Aires y en varias ciudades del país.

En 1964 Josefina Robirosa presentaba en el Museo de Arte Moderno su exposición de tapices tejidos por Jacques Larochette, cuyo padre, Armand, emigrado de Francia, había instalado su taller en 1948 en la ciudad de El Bolsón. Luego llevará sus muestras a Estados Unidos. 

En agosto de 1964 se expusieron alfombras de Alberto Churba en Estudio CH centro de arte y diseño.

1964 sería el año de la fundación de la Galería El Sol, la primera en América dedicada al  arte textil. Ninguna galería de arte en Buenos Aires se animaba a mostrar tapices, fue Jack Mergherian quien tuvo la osadía de crear una especializada. Mergherian era director técnico, yo directora de arte y encargada de la difusión. ¿Qué fue lo más destacado de la Galería El Sol?: convertirse en un centro de atracción y de difusión. Entre sus cualidades, fue la única que invitaba sin gasto alguno a los artistas a diseñar cartones que luego se tejían en su taller para exponer en la galería. Los artistas aceptaban ser invitados como distinción. Citaré alguno de los prestigiosos creadores: Carlos Alonso, Héctor Basaldúa y Ary Brizzi, quien estudió la inclinación de las líneas en el tejido para que sus perfectas armonías no se vieran traicionadas por el insoslayable crecimiento ortogonal. Agrego, entre otros, Víctor Chab, Benicio Núñez, Pérez Celis, Rogelio Polesello, Josefina Robirosa, Nicolás Rubió, Claudio Segovia, Luis Seoane y Clorindo Testa, a las que agrego mis muestras anuales.  Además se cedían las salas a artistas creadores independientes tanto de la Argentina como del exterior, entre ellos: los tapices que María Martorell había hecho tejer en Cafayate y los de Joan Wall, Tana Sachs con sus batiks y también invitada para tejer sus diseños, bordados de Estela Serra, pinturas de Roberto Duarte, esculturas Carlos de la Mota, cerámicas de Carlos Bartolini, tantos otros… Algo especial fue la muestra de pinturas y tapices de Edgardo Giménez, quien para la inauguración llevó un grupo musical y se bailó en la calle Esmeralda; a esa muestra corresponde su famoso afiche donde, vestido como Tarzán, monta en una pantera negra.

A partir de la repercusión que se obtuvo, galerías y museos de Buenos Aires y del resto de país invitaron a exponer las obras tejidas.

Otro de los factores que hizo perder el temor a lo desconocido fue que la prensa escrita, radial y televisiva se hiciera eco de este resurgimiento y lo apoyara sin reservas, así como los críticos de arte del país dedicaron generosas reseñas a las muestras.

En 1966 se inauguró el primer Salón del Tapiz, Premio Galería El Sol, en conjunto con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. En la presentación del catálogo el director, profesor Hugo Parpagnoli, comentaba: "El catálogo de los nuevos diseños de un país no sería completo ni contemporáneo si no tuviera el capítulo tapices"(9).  El crítico argentino C. Córdova Iturburu escribía sobre el Salón: "Un arte argentino del tapiz se está gestando al amparo de esta magnífica iniciativa, un arte que tendrá seguramente nuestro sello, la marca de nuestro país y de nuestro tiempo, porque está siendo realizado por artistas nuestros, de mentalidad y sensibilidad actuales"(10)

Uno de los eventos más importantes del arte textil de la década del 60 fue promovido por el arquitecto José María Peña. En su calidad de asesor de los franciscanos propuso al Ministerio de Obras Públicas reemplazar, en la Iglesia de San Francisco, el altar quemado por vándalos en 1955 por un tapiz de 12 x 8 metros. El ganador del llamado a concurso para el diseño fue Horacio Butler, quien ya había diseñado tapices realizados con la técnica del patchwork. El tejido de la obra, también adjudicada por concurso, fue responsabilidad de Jacques Larochette. Fue proyectado en 1965 y se tejió entre 1969 y 1972, con un equipo de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.

Carlos “Pajita” García Bes, frecuentador de los talleres de las teleras de su provincia, Salta, abriría su propio taller de tejido en 1967.En 1969 María Elena “Chichita” Blitz trabajó con pieles del Altiplano, con las que obtuvo el premio Exempla 73 en Munich (Alemania) y realizó además tapices tejidos en telar. En 1969 también Nora Correas adoptaría la técnica textil, llevándola a ampliar los caminos creativos. Martha Viñals, desde su taller, fue una prolífica maestra de creadores.

Así llegamos al final de la década.

 

Ya excedido el espacio permitido, sin poder explayarme sobre todos los fecundos creadores del campo textil, solo me permitiré citar dos acontecimientos de vital importancia para el arte textil más allá de la década del ‘60: en 1971 se realizó la gran exposición Tapices y alfombras contemporáneas en el Museo Sívori, acontecimiento que determinó que, por gestión de su director, Adolfo Ribera, se creara el Salón Municipal del Tapiz en 1972. En 1978 se creó el Salón Nacional de Tapices en la Secretaría de Estado de Cultura (hoy Ministerio). Los dos salones continúan vigentes y significan un impulso relevante para la creación de los artistas textiles.

 

 

 

Referencias:

 

1) López Anaya, Jorge (2007). “El extravío de los límites”. (Buenos Aires: Emecé Editores)

2) Migeon, Gaston (1929). “L’ Art du Tissu”. (París: Renouard-H.Laurens).

3) Cutuli, Gracia (2014): “Una mirada contemporánea a través del arte textil en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París” en Tramemos. (Buenos Aires: Centro Argentino de Arte Textil). pp. 42-45

(2014) “De las hojas de acanto al jardín pixelado: elogio de la verdure,  siglos XVI - XXI” en Tramemos. (Buenos Aires: Centro Argentino de Arte Textil) pp. 30-32.

(2014)  “La  XXIIIa. Muestra Internacional de Arte Textil de Arte Contemporáneo Miniartextilcomo 2013”, en Tramemos. (Buenos Aires: Centro Argentino de Arte Textil). pp.  24-26.

4) Valente, Marcia, “Nuestro tapiz” en revista Claudia, agosto 1966, Año X, Nº III. (Buenos Aires: Editorial Abril).

5) Cutuli, Gracia (1969). “El tapiz, Colección didáctica y de difusión”. (Buenos Aires: Centro Editor de América Latina).

(1976) Fascículo “El Tapiz”, versión corregida y ampliada de su libro editado en 1969, para ser incluido en el libro “El Muro”, junto con “El Vitral” de Febo Martí y “La Pintura al Fresco” de Juan Carlos Aschero. (Buenos Aires: Centro Editor de América Latina).

6) Faccaro, Rosa (1986). “Arte Textil Argentino Hoy”. (Buenos Aires: Editorial E. Beutelspacher). (Prólogo de Rafael Squirru)

7) Corcuera, Ruth (2015) “Arte Textil del ’60 al 2000” en Historia General del Arte en la Argentina. (Buenos Aires: Academia Nacional de Bellas Artes). Tomo XII, pp. 177-353.

8) Perazzo, Nelly. (2004) “El arte textil argentino”, Inédito

9) C. Córdova Iturburu (10/9/66). “Tapiz: Primer Salón”. Buenos Aires: diario El Mundo.

10) Ernesto Ramallo (2/1/66). “Exhíbense tapices ejecutados de acuerdo a bocetos premiados en un concurso”. Buenos Aires: diario La Prensa.

 

ACTIVIDADES

 

Programación

Julio

22/7. 19.30 hs. Visita guiada a la exposición a cargo de las curadoras y artistas.

23/7. 17 hs. Charla abierta de la artista Marina de Caro sobre su obra textil. Destinado a

artistas, estudiantes de arte y público en general. Entrada libre y gratuita. Auditorio del MBAS

Agosto

- Charla “La asociación San Pedro Nolasco de Molinos”. A cargo de la Lic. Mercedes Puló.

Historia y producción textil en la actualidad. Entrada libre y gratuita. Auditorio del MBAS

- Taller de textil ecológico para niños de entre 6 y 12 años de edad. Técnicas del macramé y

crochet con materiales reciclados. Entrada libre y gratuita.

Septiembre

21/9. Intervención en los jardines del MBAS de la artista Isabel Caccia (Córdoba).

Propuesta multidisciplinar que invita a la construcción de un tejido colectivo a través

de una acción colaborativa.

Octubre

8/10. Cierre de muestra. Actividad conjunta entre el MBAS y la cátedra de textil de la Escuela

de artes Tomás Cabrera. Auditorio del MBAS. Entrada libre y gratuita.

 

ARTISTAS PARTICIPANTES

  

Gracia Cutuli

  

Carmen Imbach Rigos

 

 

Artistas
Alejandra Mizrahi, Blanca Machuca, Carlos Luis “Pajita” Garcia Bes, Rodrigo García Bes,
Carlota Beltrame, Carmen Rigos Imbach, Chiachio & Giannone, Claudia de Río, Claudia
Martínez, Claudia Mazzola, Esteban Álvarez, Feliciano Centurión, Francisco Cruz, Gracia
Cutuli, Guido Yannitto, Jesús Casimiro, Lorena Kaethner, Manuela Rasjido, Marcos
Figueroa, Maria Martorell, Marina De Caro, Marta Soria, Miro Barraza, Mónica Millán,
Paula Casalderrey, Román Vitali, Roxana Ramos, Silvia Gai, Tadeo Muleiro. Asociación
San Pedro Nolasco de Molinos: Mariano Cornejo (diseño), Jorge Perez Rabeliñi (Diseño)
Néstor Quiroga, Ignacio Morales, Daniel Quiroga. Huarmi sachamanta: Claudia Galeano,
Silvina Bravo, Cecilia Diaz, Nelly Melián.
 
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