1600 New Hampshire Ave, NW, Washington - USA
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Del 07 de Noviembre de 2012 al 31 de Enero de 2013 - Inaugura: 18hs - Entrada: libre y gratuita
“Big-Bang”: la Exploración del Universo a través de la Línea y el Color
James Gibbons Hunecker (1857-1921), el escritor y músico americano oriundo de Filadelfia, escribió que “el Gran Arte es un instante perpetuado en la eternidad”. La eternidad siempre es el objetivo último, el desafío que enfrenta el artista creando una obra que captura ese momento o esa imagen en su mente y transforma esa ilusión en una realidad usando su propio lenguaje. En esta nueva serie de sus trabajos Franco Lippi explora un nuevo tema que es tan subjetivo como intenso: el Big Bang. El titulo de la exhibición fue seleccionado para transmitir la idea de principio tanto como de infinito; el misterio del futuro y el pasado inmemorial.
Lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos acerca del Big Bang es que significa el origen del universo y a lo largo de toda esta serie de obras Lippi revela una exploración de la línea y el color tanto como de los misterios del cosmos. En arte, la realidad puede expresarse de diversas formas y no hay juicio de valor aplicable a esa idea cuando se forma en la mente del artista. No obstante, el observador descubrirá en esta exhibición el tratamiento enigmático de la línea y el espacio valiéndose, en ocasiones, solo de la infinita profundidad que provee la presencia de la tinta negra sobre el papel y en otras de la intrépida yuxtaposición de la línea y el color explosivo.
Cada uno de las obras de Lippi representa un segmento de aquel big bang primordial mientras que el conjunto aparece como una progresión de imágenes, poniendo de manifiesto su trayectoria artística a través del tiempo.
Dentro de esta cronología, el mensaje de ¨Big Bang¨ se torna en el protagonista que transmuta la realidad llevándola mas allá de la superficie del papel y la tinta hacia un concepto que trasciende la mente humana.
La tinta es, de por sí, un medio impredecible. Durante la ejecución de una obra, cada momento representa un riesgo y, al mismo tiempo, un placer único y extraño para el artista. Dado que este material no perdona, el riesgo y la intensidad del momento del despliegue glorioso de la imagen desde esa fracción de segundo en que la tinta entra en contacto con el soporte, evocan una miríada de posibilidades, siendo cada una de ellas la posibilidad del nacimiento de un universo paralelo que difiere de otros solo en diminutas variantes de aquella chispa creativa inicial.
A través de su maestría creativa y su sensibilidad, Lippi logra su objetivo: imbuir sus trabajos con la manifestación de su vida interior, desde su comienzo hasta este momento. En ocasiones este mensaje nos llega, pareciera, a la velocidad de la luz; en otras nos rodea y abraza como a quien estuviera parado inmóvil en medio de una profundidad inconmensurable. En cualquier caso, nos queda la sensación de que el viaje es interminable. El ¨Big Bang¨ de Franco Lippi declara la revelación de ese momento en el que todo paso a existir, en el que todo se hizo posible, cada uno suspendido en el tiempo para que podamos explorar la inmensidad de su obra.
Alfredo Ratinoff
Jefe de Curadorores Embajada Argentina Washington, DC
Elogia EE.UU. el “Big Bang” de Franco Lippi
Nota publicada en Ambito Financiero el 14 de enero de 2013
Ni en sus sueños más optimistas al pintor Franco Lippi se le habría ocurrido que un crítico norteamericano escribiría que sus trabajos «recuerdan un poco la espesura de Jackson Pollock, creaciones abstractas, llenas de júbilo, así como acrílicos agonizantes». Sin embargo, es lo que hace poco hizo Gary Tischler en «The Washington Diplomat» al referirse a la exposición que el artista argentino realiza en la embajada argentina en Whashington. No conforme con eso, Tischler describió a la exposición «Big Bang» como «una serie de pinturas que parecen sondear algún otro universo -ausente de los planetas y las lunas-, pero lleno de las heridas y los triunfos del corazón humano y sus pasiones». De regreso en Buenos Aires, dialogamos con él sobre esta muestra que realiza hasta fin de enero en la capital norteamericana y sobre otros aspectos de su carrera.
Periodista: ¿Usted siente que su obra tiene alguna relación con la de Pollock?
Franco Lippi: No, para nada. Le dije al crítico que era un honor que él pensara así, pero no puedo decir que fui inspirado por él. Me encanta su trabajo, pero yo no trabajo como él.
P.: ¿Cómo se organizó su muestra en Estados Unidos?
F.L.: A mediados de 2011, el jefe de curadores de la Embajada Argentina, Carlos Ratinoff, vio mi exposición «Revelaciones», en el Museo Eduardo Sívori. Hablamos, después vino a mi taller para ver más obras y surgió su intención de que expusiera en Washington. Al año me invitaron y aquí estamos.
P.: ¿Por qué se llama «Big Bang» su exposición?
F.L.: El «Big Bang» es, para la ciencia, el comienzo del Universo y de su continua expansión. De una pelotita como las de golf salió todo. Esa es la historia del Universo Global, con mayúsculas. Pero cada uno de nosotros tiene su propio «universo», que es mucho más pequeño, pero es el que nos da identidad. Para alguno, este microuniverso es desconocido, pero para el artista, que está alerta y se pasa la vida explorando, ese pequeño mundo nutre sus obras.
P.: Hablando de su pintura, algunos críticos dicen que es «la representación del caos». ¿También lo siente así?
F.L.: Yo no tengo la culpa de que el mundo sea caótico o de que yo sea especialmente receptivo a las manifestaciones dramáticas e irracionales de un mundo sin sentido.
P.: Cuando empieza un cuadro, ¿sabe desde el comienzo adónde quiere llegar?
F.L.: No exactamente. Si me pasara eso estaría haciendo un proceso absolutamente racional. Y yo adoro la sensualidad del riesgo. Cuando pinto gozo con la relación que tengo con la tela o con la lija. Es un diálogo muy profundo el que entablo con ella. Y, obviamente, trato de dejarla satisfecha.
P.: ¿Cómo se lo ocurrió pintar sobre papel de lija?
F.L.: Trabajo con mucha materia sobre la tela, usaba incluso cemento. Y en esa búsqueda de un soporte distinto probé con lija, que me ha dado excelentes resultados. La lija no es plana, no es lisa, no se entrega tan fácilmente al tacto (al tacto del ojo, naturalmente). Hay que hacer un esfuerzo y luego dejar que, orientada, haga su trabajo. Cuando uso lija como soporte, ambos trabajamos juntos y yo gozo con las sorpresas con que me encuentro.
P.: ¿Usted diría que cuando pinta es racional o irracional?
F.L.: El cerebro tiene dos hemisferios: uno lógico y el otro no. El lógico trabaja con la razón, cuanto más estricta, mejor. El ilógico trabaja con la intuición, es decir con la libertad de la imaginación. Y se usan esos dos caminos, como se usan las dos manos, o los dos ojos o los dos pies. El hombre sigue siendo uno mismo.
P.: ¿Hace mucho que pinta?
F.L.: Digo que empecé desde chico y a raíz de un hecho muy circunstancial y traumático. Mis padres eran italianos que vinieron a la Argentina huyendo de la tercera guerra que se suponía que estallaba en cualquier momento. Por supuesto que en mi familia se hablaba el italiano. Cuando me llego la edad de ir a la escuela pública, yo no sabía nada de español y la comunicación con lo otros me resultó muy dificultosa. De allí que pasara mucho tiempo en el vacío, porque no me podía levantar e irme. Así que evadía de mis angustias con la tinta y el secante. Allí comencé con mis formas abstractas que aún me acompañan, potenciadas, como puede verse en parte de la exposición.
Cuando no estaba la escuela, Lippi continuaba su relación con el arte acompañando a su padre, fotógrafo, a buscar lugares y temas urbanos para plasmarlos en imágenes. Después, estudió en los talleres de Susana Monje, Enrique Aguirrezabala, Raúl Ponce y Jesús Marco y participó en el taller de análisis de obras de Luis Felipe Noé. Realizó exposiciones individuales en los museos Eduardo Sívori y MACLA, de La Plata, Centro Cultual Borges, Fundación Konex y en instituciones de Santa Fe, Tandil, San Juan, Mar del Plata y otras ciudades del país y del exterior. En 2010 obtuvo el primer premio en el Salón de Mayo del Museo Rosa Galisteo de Santa Fe, distinción que recibieron, Spilimbergo, Fader, Berni, Petorutti, Fontana y Soldi, entre otros.
La Sección Cultural de la Embajada Argentina en Washington se enorgullece en presentar esta muestra de Franco Lippi. Un experimentado y prolífico artista argentino, su obra ha sido vista a lo largo y ancho de la Argentina. Luego de exhibir en Brasil, Canadá y el Paraguay, finalmente su trabajo llega a los Estados Unidos.
Su exploración en busca de la mezcla perfecta de color y textura lo ha llevado a crear una serie de trabajos que ha bautizado como "Big Bang", ese momento único cuando la ciencia y la magia colisionan, el momento donde nuestro conocimiento de la ciencia no puede proveer suficientes respuestas, y es explicado como "magia". El trabajo diario de una embajada no tiene nada que ver con la magia, es todo ciencia y explicaciones: solicitar información así como proveer explicaciones de políticas entre países. El arte y la cultura, sin embargo, abren el camino para un dialogo de otra clase entre naciones.
Esta exhibición de Franco Lippi en la Embajada lleva al observador más allá de lo cierto y determinístico; de hecho, podrá percibir magia, esa experiencia que trasciende la lógica y las leyes de la física, y donde las explicaciones llegan desde nuestro interior, desde nuestras creencias, desde una suerte de inspiración. La mente deja las costas de la certeza y se aventura en aguas abiertas e inexploradas, para retornar en un estado d i f e r e n t e a l d e l a p a r t i d a : e x p a n d i d a , r e l a j a d a , revigorizada, viendo el mundo cotidiano de una manera diferente.
Mi gratitud a nuestro curador, el Sr. Alfredo Ratinoff, quien llevó a cabo la desafiante tarea de seleccionar las obras en exhibición, y al Embajador Jorge Argüello, por su incondicional apoyo al trabajo de esta Sección Cultural.
Francisco López Achával
Agregado Cultural