El tiempo pertenece a la misma dimensión que la mente. Para la percepción, pasado presente futuro están todos juntos aquí mismo, y la música es prueba de ello: Ella no está fosilizada aunque haya sido escrita hace siglos, toca nuestras fibras más íntimas y las más cercanas al Núcleo del Ser cuando ha sido compuesta con la armonía de la inspiración superior, de la mano de seres que vibran alto.
El domingo 31 de marzo terminé el mes con una grata sorpresa que esta vez no buscaba, un nuevo “agujero en el espacio tiempo”, como todos los eventos y lugares que recomiendo, en pos de esa “conexión”. A las 17 horas, en la Manzana de las Luces, el Ensamble Euterpe, le regaló a un respetuoso y conmovido auditorio, música barroca italiana, inglesa, aires celtas (jig y polka), y tango (Otoño y Verano) de Astor Piazzola, finalizando con un bonus track de lujo: Libertango, del mismo autor.
Estudiosos y humildes intérpretes (María José Jorge – violonchello, Carolina Pocosgnich – flauta traversa, Mariano Moure – bandoneón, Pablo Gaut – guitarra, Emanuel Palacios – piano) permitieron que la música fuera protagonista dejando sus notas flotando en el anfiteatro.
Atentos a la próxima presentación, el 12 de Abril: imperdible!